Las florerías (aunque siguen currando con los entierros); Ricardo Fort; Kevingston; los locales con 2x1; por lo menos en el 80% de los casos, los telos; las editoriales de tarjetas (no es tan grave, sigue habiendo cumpleaños y bar mitzva); en alguna que otra ocasión, las iglesias; los laboratorios que venden anticonceptivos; Prime; los videoclubes; puede que los cines, si no tenemos en cuenta que lo recuperan gracias a las cada vez más frecuentes salidas consuelo con amigos; las wedding planners; los cantantes melódicos.
Ganan:
Los bulos; los psicólogos, definitivamente los abogados; los amigos resentidos que pueden volver a aprovecharse de la compañía del implicado; las exs atentas desde el primer día al término de la relación para reencarnar en actuales; los buitres; Adele; las papeleras que fabrican papel tissue; las licorerías; coca cola y sprite (rebajan lo comprado en las licorerías); las discotecas; los entrenadores de boxeo; las empresas de cosméticos; Ricardo Fort (se necesita chocolate para combatir la depresión); las heladerías; los autores de autoayuda; las defensoras de la postura beauvoireana; los cantantes de reggaeton.
La lista de los que ganan cuando una relación se termina es claramente más extensa que la de los que pierden. Eso habla muy mal del marketing (los grandes negocios son aquellos que se aprovechan de las desgracias ajenas).
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