lunes, 19 de diciembre de 2011

Tengo un grave problema...

…me atrae la gente con problemas. Y no hago distinción entre psicópatas, bipolares, obsesivos, depresivos, nihilistas, casos perdidos. No se, es como una fantasía que tengo, como una sensación de que soy capaz de ayudar a vencer sus personalidades trastornadas y mostrarlos cual trofeos en exhibición.
Me parece que sería hora de dejarme de hinchar las pelotas y buscar a alguien que me salve de mi misma. Porque a este paso voy a terminar mal…
Lo que pasa es que la puta normalidad me aburre. Pero los subnormales se aburren de mi y de los vientos de cambio. Nunca van a cambiar, siempre van a ser subnormales que se encierran en sus caparazones pensando que así evitan formar parte del mundo (y esto es: formar parte de la mierda). Conmigo tienen un rato de distensión de sus vidas agobiantes y después “si te he visto no me acuerdo”. Es un hobbie más (jugar al “individuo feliz y satisfecho” por un tiempo hasta que la mina me empiece a romper los huevos). Y yo soy otra boluda más que piensa que puede sacar lo mejor de alguien.
La pregunta es ¿Por qué tratar de rehabilitar a un pobre infeliz que adora ser infeliz porque su infelicidad demuestra que es original, único e irrepetible? Será que me gusta sentirme imprescindible, que imagino que la persona a la cual tengo “bajo tratamiento” me va a agradecer de por vida mis intentos frustrados de generar un ciudadano hecho y derecho y readaptarlo al sistema. La cosa se complica porque me encariño con los subnormales, realmente llego a pensar que se preocupan por mi y que soy vital para ellos, que sin mi se ahogan en un vaso de agua…
Pero no, de todas formas se ahogan en un vaso de agua y les importa bastante poco si me quedo a ver el show o hago mutis por el foro. Y yo me contagio sus pocas ganas de vivir y me ahogo en mi propio vaso al ver que no tengo nadie que necesite atención cerca. Los subnormales buscan otra forma de entretenerse, con otras personas que intentan rehabilitarlos o, por el contrario, les exigen cosas. Y ellos aceptan, gustosos, desechando todo el resto, porque ya es temporada de depresión de nuevo.

2 comentarios:

Juan dijo...

Hoy después de mucho tiempo leí por casualidad unos historiales de conversación nuestros y releí los dos poemas que te escribí y decidí que no me gustaría no volverte a hablar o ver nunca mas en mi vida.
Si tiene algún sentido, te pido perdón por las cosas malas que te hice pasar, espero que el tiempo haya hecho que puedas reconsiderar al menos hablarme, por todo aquello que quedo sin hablar y explicar.

(me pareció pertinente comentar por el tópico "subnormales", juro que voy mejorando. en todo caso no es mi intención lastimar. créeme por favor)

Juan dijo...

Perdonar no es retroceder, recuerdo quererte.

 
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