sábado, 17 de diciembre de 2011

Ocupado


No es tan difícil después de todo... digo, es como un cambio de switch. De "novia solícita" a "soltera empedernida"; de la felicidad que otorga la compañía a la resignación del "¿Da para darse?", del disfrute genuino al hastío del trámite... ¿No hice yo el proceso inverso? ¿No pase de estar "casada con la joda" a estar "re casada"? ¿Y no me costó también despegarme de esa despreocupación casi cómoda y otorgarle mi preciado tiempo a otra persona? ¿Aceptar un cierto control, una cierta repetición que consideré en su momento asfixiante? ¿Temer no poder volver al estado primigenio, a la libertad condicional, al desborde hormonal?
Y si no es tan difícil... ¿Por qué sigo sintiéndome como esos baños ocupados por chicos traviesos que traban la puerta y salen por debajo? No, no hay nadie utilizándolo, pero tampoco se puede entrar. Soy eso, un retrete solitario producto de la maldad de algún idiota que se la pasa trabando puertas. Tal vez me hayan trabado porque estoy inundado, porque no estoy listo para volver a dejar que tiren de la cadena. Por dios, que asco.
Sea como sea, quiero que alguien venga y patee la puerta y me haga sentir útil de nuevo.

Mientras tanto, me refugio en el consumo. Naomi Klein me mataría si supiera que quiero comprar cierto vestido de $300 SÓLO porque es parecido al de un personaje de ficción. Pero qué más da... es MI hora de decepcionar a alguien y además cuando se tiene un sueldo todo parece más barato.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Curiosidades

En una especie de pseudo-ataque consumista, me fui pa'l barrio chino... Y compre muchas cosas como un pintalabios (mi mamá insiste en que es más fashion lápiz labial pero me suena a hipócrita), unas orejas de conejita playboy (mi mamá insiste en que tiene una malla enteriza color carne para completar el disfraz), un roll de sushi (un consejo: nunca sigan sus ganas de probar cosas nuevas), unos snacks de camarones que en realidad tienen gusto a humo y azafrán que tienen letras chinas en el envase y, de más está decirlo, están compuestos de todo menos de camarones, unos lentes de sol rojos para evitar futuros incidentes avergonzantes en transportes públicos y un Sea Monkey, del cual voy a hablar en detalle a continuación.
En realidad no es un Sea Monkey, es como un juguete de tamaño entre normal y mediano, que se expande al entrar en contacto con el agua, pero hay que esperar unos días... después se hace tan grande que se desintegra y hay que hacer una biopsia. Mi amiga Camila tuvo un choclo y lo vio nacer, madurar y morir. Así, tan simple como la vida misma. Por lo tanto me compre ese pequeño bebe tortuga (para pesar de mi madre) y otra de mis amigas compro una mantis religiosa para hacerle compañía.
Lo que me sorprendió fueron las indicaciones en el paquete: "Do not swallow". Me pregunto a quién se le habrá ocurrido tragarse un Sea Monkey alguna vez... y también qué pasaría... imaginen una ecografía de estómago con forma de tortuga gigante... imaginen cómo iría creciendo en su paso por la faringe y el esófago... el tamaño que alcanzaría a la altura del intestino delgado... Es brillante... Dice también que se expande un 600%, por lo cual podría pasar que sea tal su crecimiento desmesurado que alcance enseguida las proporciones de cualquier órgano vital y lo haga explotar, y entonces saldría toda la bilis y el jugo gástrico. Lovely.
Por suerte tengo el privilegio de superar los tres años y poder criar un Sea Monkey de este tipo. A veces no nos damos cuenta de lo afortunados que somos, pero realmente hay que ver las cosas buenas que tenemos, así sea una tortuga de gomita que está esperando su oportunidad para llenar una pecera improvisada de felicidad.

En caso de que les haya interesado el tema les dejo fotos del proyecto choclo, llevado a cabo por mi colega Camila y su compañera Ailen. ¡Qué las disfruten!





Instrucciones chinas que no entienden NADA








sábado, 10 de diciembre de 2011

Yo no vine a este mundo para ser un satélite.

Lo supe desde el día en que empecé este blog.

No puedo soportar rondar un astro de inconmensurables medidas y acompañarlo en su recorrido sin preocuparme por la órbita que sigue.

No tolero ser incapaz de engendrar vida y marchar despreocupadamente por una órbita ajena.

Lo cual no signifique que lo haya hecho, que lo siga haciendo, que cometa el garrafal error de apegarme a distintos planetas y casi rogar por un préstamo de órbita.

Me considero una estrella. Un "objeto astronómico que brilla con luz propia". Yo tengo luz propia, no necesito que nadie me marque el paso a seguir. Yo ardo, yo ilumino, yo soy digna de adoración. No nací para quedarme girando en el lugar y esperar que me rechacen. Y sí, a veces puedo ser modesta, pero nunca debería olvidarme de mi condición. Vine a incendiar el mundo, vine a irrumpir en la atmósfera y quemar todo a mi paso, puedo ser fugaz y dejar una estela, puedo ser famosa y despertar suspiros de amantes. De cualquier manera, lo que quiero dejarme en claro es que soy voz activa, no voz pasiva. Soy sujeto, no predicado. Y pase lo que pase, eso no debe cambiar por nada.

viernes, 9 de diciembre de 2011

A veces en esos momentos culmines de tu vida, en los que solo necesitas silencio, las voces se sobreponen y te inundan y te llenan los oídos de basura. Escuchar esa hipocresía vecinal en ese momento en el que venía remando en una hipocresía mucho más dolorosa me hizo pensar en cómo pude soportar algo tan injusto como quedarme al lado de alguien que no me quería. Poco a poco me voy convenciendo de que fui su soporte, su amiga, su nenita. Que podía convencerlo de cualquier cosa y era capaz de mover montañas por él... pero realmente ya no tenía sentido. Lentamente empezó a sacarme de su vida, casi empujándome con algo parecido al desprecio, y después de dos días eternos creo que puedo citar a Charlie: "Ahora sé que me siento mucho más fuerte sin tu amor." Y si realmente tan poco puedo hacer por vos en este momento, creo que lo mejor va a ser que te vayas tan repentinamente como apareciste. Recordar cada momento feliz que pase con vos cuando se que vos no estás haciendo lo mismo, que no extrañas a tu novia, que extrañas a la estúpida que se sienta a escucharte todos los días, me da la fuerza para no llamarte. Ojala algún día te des cuenta de que renunciaste a mi, que yo nunca te deje, que fuiste vos, aunque hayas sido demasiado cobarde para decirme la verdad. Si no sos capaz de jugarte por mi, si no fuiste capaz hasta ahora, no se qué hago esperando que vuelvas. Sabes que me merezco algo mejor que lo que podías ofrecerme en estos últimos meses, y si estoy sobrellevándolo tan bien es sencillamente porque hace demasiado tiempo que no estoy más en tu vida. Ya te lloré, ya te extrañé, y ahora necesito seguir.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Me destruye pensar en todo lo que fuimos. En esos momentos en los que no importaba nada, en los que se notaba que me amabas en cada sonrisa, en cada poro, en cada fibra de lo que sea que te conforme. Y cuando estaba con vos era el desborde, era la plenitud. Me oprime el pecho recordar mi propia felicidad. Cuesta ahora pensar que eso haya existido una vez, que yo no haya sido una muleta, que yo haya sido prioridad, que pudieras prometerme cosas. Es increíble lo natural que era lo que ahora queremos forzar... no se cómo alguna vez pensé que yo te podía salvar de vos mismo. Y ahora lo único que veo es que soy un obstáculo en tu camino de compromisos personales que no me incluyen, no me siento ya en tu vida. Ni tu propia vida te pertenece... sos un anexo de un dolor entre propio y ajeno. ¿Qué te estoy exigiendo? No tengo derecho. Y ojala tuviera alguna seguridad, ojala no me aferrara tan desesperadamente a la persona que conocí, no se si porque quiero quedarme con vos o porque lo necesitas... ¿O no? Ya no se nada. Ni vos sabes, ni vos podes decirme que te sentís como antes, ni vos podes pedirme que no me vaya. Y aca me quedo, esperando.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Hope

Clavo mi remo en el agua

Llevo tu remo en el mío

Creo que he visto una luz

Al otro lado del río

El día le irá pudiendo

Poco a poco al frío

Creo que he visto una luz

Al otro lado del río

Sobre todo creo que

No todo está perdido

Tanta lágrima, tanta lágrima

Y yo soy un vaso vacío

Oigo una voz que me llama,

Casi un suspiro:

Rema, rema, rema…


domingo, 13 de noviembre de 2011

Elegía

"Oliveira se dijo que no sería tan difícil llegarse hasta la cama, agacharse para decirle unas palabras al oído a la Maga «Pero eso yo lo haría por mi», pensó. «Ella está más allá de cualquier cosa. Soy yo el que después dormiría mejor, aunque no sea más que una manera de decir. Yo, yo, yo. Yo dormiría mejor después de besarla y consolarla y repetir todo lo que ya le han dicho éstos.»"

Rayuela - Julio Cortázar

Para mi cuando se muere un ser querido al mismo tiempo se muere una parte nuestra con tantas lágrimas derramadas y tantos gritos desgarrados.
Lo único que quiero es verlo bien. Si pudiera extirparle el dolor y comérmelo y explotar lo haría. Pero no hay palabra, no hay gesto, no hay fórmula secreta que pueda poner en práctica para conseguirlo. Ya se que para él son todos gestos vacíos, frases sin sentido. ¿Qué puede significar Dios cuando un amigo se muere, tan joven? No hay consuelo. No hay palmada en la espalda que surta efecto. La única razón por la cual lo hacemos es porque nos consuela a nosotros creer por un segundo que nuestro gesto consuela. Pero realmente no hay nada más. Solo hay dolor constante, acuciante. Lo único. Eso y la injusticia, y el sofoque, y el llanto. Y la impotencia de los que lo vemos desde afuera pero nos sentimos implicados, la incertidumbre y la incredibilidad. Eso y nada más.
Y por más explicaciones que se busquen no existen en estos casos. No hay culpables, ni hay alicientes, ni enfermedades. Y es peor, porque el rencor ayuda a sobrevivir, aunque sea buscando justicia o luchando por algo. Pero la angustia te come, te come... no te deja dormir.
No creo esto, no puedo creerlo. Tiene que ser una pesadilla, 20 años tenías... dejaste una familia destrozada, amigos que te amaban... pareciera que tu sonrisa es tan imborrable que se vuelve omnipresente. Lo inesperado es como una patada en el medio del pecho. Un día estamos y otro día no. Puf. Súbito. Y en ese segundo en que se paro tu corazón muchos perdieron todo. ¿Por qué a vos, habiendo tanta gente de mierda dando vueltas? Daría lo que fuera para que estuvieras acá y le dieras un abrazo a tu amigo. No hay nada que pueda hacer yo para aplacar el dolor que le causo tu partida, sólo conseguir un abrazo tuyo. No lo dejes solo.
 
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