miércoles, 4 de febrero de 2009

Dios bendiga a la globalización!!

A veces siento que debería haber nacido allá, o que fui residente en otra vida si es que esas cosas son ciertas… como si una barrera infranqueable separara no solo los países, sino a mi misma. La Sofía Bogarín que se abstrae con la otra cultura, estudia su idioma, prefiere los libros de sus autores y adora completamente su música. Y por otro lado el cuerpo de esta chica que habita en su tierra desde su nacimiento, lleva las marcas de la historia de su nación y convive día a día con sus compatriotas. Y que diga lo que diga nunca puede permanecer demasiado tiempo lejos, ni siquiera de su pequeño barrio. Anhelo despegar hacia donde mi alma pertenece, sin embargo, mi cuerpo está encadenado con grilletes, aferrado a la verde llanura, a los días templados.
Parece que ambas mitades, separadas por un profundo océano, nunca llegarán a formar esa mujer completa, que no se combinarán las partes, que escuchará las radios de Buenos Aires y nada que oiga va a permitir que mantenga la sintonía de una sola emisora, que esperará eternamente que algo le llegue a modo de mensaje, que le diga ¡Acá está todo lo que buscabas! Pero no llega nada, sigue siendo poco entendida por los empleados de las disquerías, videoclubes y hasta librerías… la frase más típica siempre será ¡En este lugar nada llega! A pesar de todo hay cosas simples, hermosas, espontáneas y bastante pasajeras que son como un tesoro para nadie más. Tesoros que reúnen mis dos mitades, las amigan, hace que se den la mano… Por ejemplo hoy, de improviso, apareció una canción de ellos en el programa argentino que miro. Storytelling, de Belle & Sebastián, si digo banda poco conocida estoy exagerando, es menos conocida que eso… acá, porque en el país de mi alma cada habitante lleva remeras de sus integrantes y hasta calzones probablemente, en fin, apareció en Los exitosos Pells, mi novela de la noche que no me pierdo nunca por su frescura y porque el director hizo otros trabajos interesantes. Y eso no es todo, hoy a la tarde descubrí una película navegando en internet, fui al videoclub de Martelli (que obviamente no es el blockbuster mejor equipado) ¡Y la tenían! Con una traducción horrible del título pero nada es perfecto en esta vida… y no solo eso… mi banda preferida va a tocar por segunda vez en mi ciudad y ya tengo la entrada. Sofi: 3, Sentimiento de no pertenencia: 0

2 comentarios:

Camm. dijo...

ajajajaja q son honguitos de mario, caramba! jajajajaj

Micaela dijo...

Me encanta cómo expresas todo de esa manera tan particular. Te adoro nenis

 
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