martes, 19 de julio de 2011

Sobre ese primer beso.

Recreo en mi mente ese beso, nuestro primer beso. Vacío, rústico, casi salvaje. No digo que todos los primeros besos tienen que estar llenos de significado, después de todo son un acercamiento mediocre a quien no sabemos qué rol ocupará en nuestra vida en un futuro pero... esperaba algo mejor de nosotros (espero, hoy). Y sin embargo... ¿Realmente importa si te hablé después de besarte? Para mi eras otro más, cómo iba yo a saber... Cómo. Ahora resulta casi anecdótico haberme enterado apenas cruzamos palabra que eras para mi. No se, lo recuerdo más romántico de lo que fue y más importante para mi de lo que sentí en ese momento. Me siento absorta en la sociedad. Sencillamente fallé en mis intentos de no parecerme a. ¡Por amor de Dios, si estamos saliendo desde que nos conocimos! Coqueteo previo no hubo, no hubo negativas o... bueno, lo que sea. Sí, es cierto, hubo un par de ataques de histeria en el medio pero... se debían a que todo avanzaba demasiado rápido. ¿Por qué seguir dándole más vueltas? ¿No bailamos ayer en tu habitación y tomamos la merienda con medialunas, café batido y crema chantilly...? ¿No me hablaste de tus preguntas filosóficas, no te conté cada detalle de mi psiquis? ¿No somos felices y nos sentimos afortunados?
Entonces, repito, por qué darle más vueltas... me gusta distinguir dos personas adentro tuyo, la que conocí allá y la que supe descubrir con el tiempo. En este momento amo a las dos por igual, porque se que son la misma persona y las circunstancias no cambian absolutamente nada. ¿Hubiese hecho las cosas de distinta manera si pudiera volver el tiempo atrás? Tal vez sí. Pero puede ser que de esa forma, con tu timidez y mi carácter huidizo no estaríamos juntos hoy. Así que, whatever. Cuando me preguntan cómo nos conocimos idealizo algunas partes y le atribuyo lo demás a mi condición de la época o a las hormonas Geselinas. Y si alguien se atreve a poner en duda mis sentimientos por vos o yo misma me siento culpable por ser tan frívola entonces, a las pruebas me remito. No hay nadie más indicado para mi, no hay relación más especial que la nuestra, al menos en mi vida. Es tan especial que todo lo que hice antes de estar con vos se ve ridiculizado y estúpido ante mi visión presente, y de hecho lo fue. Vos sos mi brújula, cuando pienso qué estaría haciendo si no te hubiera conocido me imagino patética y "triste como los relojes chicos sin brazo al que ceñirse y sin cuerda, parados". ¿Es suficiente para justificarme ante el juez? No se, ni me importa.

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