Tal vez seamos un poco como Garfield y Oddie. Siempre hay una de nosotras que quiere hacer las paces o que baja la guardia pero la otra está atenta para despreciarla mientras puede. Pero en el fondo sabemos que nos necesitamos y que nos extrañamos, aunque lo único que compartamos sin pelearnos sea armar un rompecabezas, y casi ni eso. Pero yo te quiero a pesar de tu mordacidad y vos me queres aunque grite demasiado, sea una histérica (histérica como nosotras entendemos la palabra (H)) y proponga cosas que amargadas como vos no tienen ganas de realizar. Y acá vamos de nuevo, pero ya nos conocemos. Te quiero mucho, pero parece que siempre hubo un espacio entre nosotras, no importa cuánto saliéramos o las cosas que compartiéramos. Porque no sobrevivimos sin quejarnos y sin molestarnos, sin estar de mal humor el día que la otra está en “abrazos-mode on”. ¿Y sabés qué? Eso es lo mejor de una “relación amor-odio”, que al final del día te das cuenta de que necesitás al otro. Porque no hay dos amigas iguales, no existe el reemplazo o el olvido. Hasta probablemente nuestra relación sea algo así como una conveniencia o una competencia… Whatever. ¿Quiénes leerían nuestras catarsis aburridas si no fuéramos nosotras? Y otra cosa: el puzzle aburre a la mitad de la población mundial. Ni hablar de las veces que tenemos ganas de hablar con alguien y nos terminamos auto-consolando. Así que estamos bien así, o sea, creo que podemos vivir con eso, ¿Vos no?
Estas cosas y el tiempo
Hace 6 años
1 comentario:
jajajaja sos tan genial. <3
Yo también te quiero mucho.
Y si te hago enojar es xq sos MUY graciosa. JAJJAAJ
Publicar un comentario