Mostrando entradas con la etiqueta amistad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta amistad. Mostrar todas las entradas

sábado, 8 de enero de 2011

Tres potencias se han unido





Lo que logra el (des)amor...
(Tigre-Martelli-Banfield)
(Alemania-Inglaterra-Francia)




sábado, 4 de diciembre de 2010

El tesoro de la amistad

Tres diálogos en la vida de dos mujeres

Dos amigas. Una es modosita, bien vestida y bastante frívola. La otra intenta ser algo más que una rebelde sin causa y sin dinero. La primera utiliza el apellido de su marido. La segunda prefiere que la llamen por su nombre de soltera. La primera se va de vacaciones a Punta. La segunda prefiere algo bien gasolerito como un camping de Chascomús.


Desde la más tierna infancia habían firmado un pacto tácito entre ellas. Siempre lo habían considerado más que nada un juego inocente, una vulgar manera de descargar tensiones. Consistía en tener un mínimo conflicto, una pequeña pelea por día, mes o semana. A veces la frecuencia aumentaba debido a las altas temperaturas y la presión atmosférica, pero nunca se les iban de las manos. Una de ellas generalmente tenía un objeto que la otra quería (probablemente comida). Empezaban más o menos así…

-¿Me das una?

-No… es mi desayuno y si no como me desmayo

-Pero son gomitas mogul, ¿Cómo podes considerar ese tu desayuno?

-Bueno nena por lo menos tengo desayuno, si sos tan viva ¿Por qué mejor no vas y te compras algo vos a ver?

-Ah no, no, no sos reee egoísta che! Te pedí un poquito nada más

-A ver dame una razón por la cual debería convidarte

-Porque me lo merezco más que vos que sos una vaga y una tonta y que la maestra te reta porque sos burra.

-No vos sos una chupamedias de la seño y estás siempre pensando en hacer la tarea, y sos una aburrida y no tenes amigos.

-Prefiero no tener amigos a tener y tratarlos como vos me tratas a mi

-Yo te trato como quiero, ¿No te das cuenta de que si no fuera por mí estarías sola en el aula copiando lo que está en el pizarrón?

-¡Sos una mala!

Permanecían calladas por unos segundos, luego se olvidaban o eso aparentaban. Después se daban la mano, se decían mutuamente “amigas” y se agarraban del bracete, y caminaban por el patio, y jugaban con los otros chicos. Siendo normal esta conducta en los niños, resultaba ciertamente reprochable en adultos. Sin embargo, la costumbre le ganaba a la dignidad, y sus peleas siguieron. La adolescencia trajo otras quejas, en especial relacionadas con la posición social o la religión…

-Ayer me compré un solero divino para la fiesta del sábado, no sabes… cuando Pablo me vea no me suelta más.

-Que raro vos siempre tan consumista… ¿Qué mierda me importa a mi tu solero? ¿No te das cuenta de que el sistema se hunde y vos ahí preocupada por algo tan trivial como un baile de retrazados?

-Ja! Vos lo decís porque si queres comprarte algo tenes que ir a la salada. Nena, no tengas vergüenza de pedirme, a mi la ropa me sobra y la verdad que no te vendría mal algo un poco más decente… no es que no me gusten esas camisas hippies que usas… simplemente te da pinta de mugrienta ¿Me entendes? De sucia…

-Prefiero eso antes que ser una domada más como vos que te vestís como una puta recatada simulando ser fanática de Dios mientras andas coqueteando con profesores casados… pero por favor, yo seré mugrienta por fuera pero vos estás re podrida por dentro…

-Uhh ¿Ya te picó el bichito de la envidia de nuevo? No es mi culpa que los hombres no te miren porque tenes ese pelo siempre desarreglado, dormís sin sacarte el maquillaje y no te lavas los dientes. Además digamos que la providencia no te favorecio demasiado, con esa cara vulgar que tenes…

-Y vos estás vacía, si sos una hueca y siempre lo fuiste, para lo único que servís es para calentar pajeros estudiantiles.

El distanciamiento duraba un tiempo más, a veces hasta semestres. Pero lo cierto es que se daban cuenta de que les convenía tenerse cerca, porque en el mundo exterior nadie aguantaba tan bien las duras críticas como ellas. La madurez trajo consigo un cierto toque mordaz. Los comentarios no eran ya tan directos, la hipocresía se destilaba en cada una de sus palabras. Pronto vinieron los hijos y la competencia siguió. Hasta que un buen día…

-Así que Sandrita es escolta mirala vos eh… ¿Estudia mucho, che?

-Si, por suerte sí, es muy estudiosa… a Leandro no le va tan bien, ¿No?

-Ay pobrecito Lean las profesoras lo toman de punto… viste como son… hay un par que son los favoritos y a los otros ni pelota… así está el sistema educativo en este país, le enseñan a dos o tres superdotados… igual mejor porque yo creo que a Leandro con su carisma le alcanza. Viste que mi hijo es muy lindo… sacó los ojos de mi marido y mi nariz…

-Si… pero tengo entendido que nunca tuvo novia… que raro ¿No?

-Es que tiene tantas que la verdad no sabe de donde elegir…

-Ah… che y Mario cómo anda?

-Bien, ahí, tirando… gracias a Dios lo ascendieron, así que ahora gana un sueldo prominente… la verdad es que vivimos bien…

-Se la debe pasar trabajando el pobre… Yo por suerte lo tengo a Luis todos los días un ratito en casa y llega sano a fin de año.

-Mario es muy capaz, puede lidiar muy bien con la presión, además sus jefes…

-Che y viste las cosas que andan diciendo las de enfrente? Son todas unas chusmas…

-Ni hablar… parece que a Carmen el marido la hizo cornuda… ¡Que barbaridad! Igual pobre Carmencita es bastante fulera… no me extraña que Carlos no le toque un pelo

-No se eh… le puede pasar a cualquiera, yo creo que nadie está excento…

-¿Qué queres decir?

-No, nada… pensamientos míos…

-No, ahora hablá.

-Nada te digo, nada!

-Vos no cambias más, te haces la misteriosa al pedo… La verdad es que tu falta de seguridad se nota bastante… ¿No pensaste en iniciar terapia?

-¿Terapia, yo? No tengo motivos para pagar por algo así…

-Y con un marido haragán, una hija antisocial, un matrimonio rutinario como el tuyo…

-Puede ser rutinario pero al menos va a durar más tiempo que el de otras…

-El mio también dura y no es rutinario

-No se si va a durar demasiado eh… mira que Mario siempre fue bastante pirata

-Como si Luis no se hubiese mandado sus cagadas… los hombres son así no hay nada que hacerle…

-Sí, Luis se manda sus cagadas pero hace rato que colgó el parche…

-Mario no es pirata. Le gusta tener su independencia nada más. Vos porque sos una controladora, lo vas a asfixiar al tuyo, yo te digo… cuidalo porque dudo que consigas otro… siempre pienso que tuviste mucha suerte, vos nunca fuiste muy rica chica… que se yo, se te dio digamos…

-¿Pero por qué no te vas un poquitito a la mierda…?

-Yo te lo digo con todo el amor del mundo viste… vos sos muy buena pero se nota a millas que Luis sigue con vos porque te tiene lástima

-No voy a aceptar que justamente vos me vengas a sermonear sobre mi matrimonio. Sos la menos indicada.

-¿La menos indicada yo?

-Sí, vos, cornuda, sos la menos indicada. ¿No te diste cuenta todavía? Casi no podes pasar por la puerta con esos cuernos de venado que tenes… media pila amiga, despertate… la verdad duele pero es lo mejor.

-No te atrevas vos eh!? A difamar de esa forma a mi familia… quién te pensas que sos? Siempre fuiste como el perro del Hortelano. No podes ver como otra gente es más feliz que vos…

-Mira, vos fijate. Sino preguntale a la del cuarto que siempre se le rompe la cañería y necesita la ayuda de Mario…

-Andate de mi casa.

-Me voy porque quiero porque tu casa es un cuchitril asqueroso.

-No soy yo la que compra productos marca Día y va todos los días en bicicleta a trabajar como una esclava para hacer unos manguitos… por poco te prostituís por unas monedas.

Portazo. Y se terminó una “amistad” de treinta años. La verdad es que un poco se extrañan. Una no tiene quien le pague las deudas cuando está en un brete económico, y la otra no tiene un hombro para llorar porque descubrió en los bolsillos de su esposo los papeles del divorcio.

domingo, 6 de diciembre de 2009

All we need is a little bit of momentum, breakdown these walls that we’ve built around ourselves


Tal vez seamos un poco como Garfield y Oddie. Siempre hay una de nosotras que quiere hacer las paces o que baja la guardia pero la otra está atenta para despreciarla mientras puede. Pero en el fondo sabemos que nos necesitamos y que nos extrañamos, aunque lo único que compartamos sin pelearnos sea armar un rompecabezas, y casi ni eso. Pero yo te quiero a pesar de tu mordacidad y vos me queres aunque grite demasiado, sea una histérica (histérica como nosotras entendemos la palabra (H)) y proponga cosas que amargadas como vos no tienen ganas de realizar. Y acá vamos de nuevo, pero ya nos conocemos. Te quiero mucho, pero parece que siempre hubo un espacio entre nosotras, no importa cuánto saliéramos o las cosas que compartiéramos. Porque no sobrevivimos sin quejarnos y sin molestarnos, sin estar de mal humor el día que la otra está en “abrazos-mode on”. ¿Y sabés qué? Eso es lo mejor de una “relación amor-odio”, que al final del día te das cuenta de que necesitás al otro. Porque no hay dos amigas iguales, no existe el reemplazo o el olvido. Hasta probablemente nuestra relación sea algo así como una conveniencia o una competencia… Whatever. ¿Quiénes leerían nuestras catarsis aburridas si no fuéramos nosotras? Y otra cosa: el puzzle aburre a la mitad de la población mundial. Ni hablar de las veces que tenemos ganas de hablar con alguien y nos terminamos auto-consolando. Así que estamos bien así, o sea, creo que podemos vivir con eso, ¿Vos no?




jueves, 18 de diciembre de 2008

Final Trágico

Hizo falta un pequeño peligro en alta mar para desatar la imaginación de Rómulo Sincrovich, que soñaba con un final trágico para ser reconocido mundialmente. Rómulo tenía una barba mal recortada, era más bien flacucho, tendría unos cuarenta y tantos años y unos ojos azules como la superficie por la que navegaba el yate. Le comunicó su idea a su amigo, Sergio Solís, que tenía su misma edad pero parecía mucho más viejo, usaba las boinas que usan los ancianitos de barrio y sus ojos demostraban el cansancio de años de trabajo, sabiendo que opinaba todo lo contrario. Esta fue la conversación que mantuvieron antes de que se separaran para siempre:
-¿Te imaginas si el barco ahora se fuera al fondo, con todos nosotros arriba? Sería espléndido… harían una película en nuestra memoria y todo… ¡como a los del Titanic!
-Pero por favor, Rómulo, cerra la boca y no llames a la desgracia… seguro en unos minutos viene el rescate y sale todo bien…
-Callate y dejame soñar, por una vez… si vos querés ser un miserable toda tu vida yo no tengo ganas de correr tu misma suerte…
-Suerte sería que te coma un tiburón así sabes de lo que hablás…
-Mira, para mi hasta acá llegamos, pasamos los mejores ratos pero es nuestra hora, aunque no lo quieras admitir… ¡siempre tan negador vos!
-Y vos siempre tan negativo… como si le dieras la mano a la desdicha para que ella haga lo que quiera con vos.
-¡Nuestra historia llegaría al cine!… un actor musculoso nos representaría y yo sería el valiente… vos serías el pobre amigo opacado…
-No me importa un papel en tu estúpida comedia de humor negro…
-Humor no… todos llorarían nuestra pérdida, el gobierno nos reconocería héroes nacionales, el papa, santos…
-Pero pará, pará un poco… Te voy a decir una sola cosa: Vos sos de esas personas que se pasan su vida arriesgándose sin medir las consecuencias. De los que darían la cabeza por la fama, por un mínimo atisbo de preocupación hacia vos por parte de los demás… pero ¡Mira a tu alrededor! A nadie le importas y nunca le importarás a nadie. Tus intentos vanos te conducirán a la muerte y el que se jode acá sos vos…. Sos vos al final de cuentas… Porque perdés lo más valioso, lo mejor… Es tu vida y nadie más la va a vivir por vos, aprovechala porque muchos quisieran tener una, alargar la que tuvieron. Lo que paso en el Titanic, sin ir más lejos, no es broma… esa gente tenía familia, tenía historia… perdieron todo ¿Viste? Y no nos vamos a morir hoy, hay que tener fé, hombre… Vamos a volver a casa y comer un par de milanesas con papas fritas.
-Y yo te voy a decir una cosa también: Hay dos tipos de personas, las que, como yo, pasan su vida corriendo riesgos innecesarios para tener un final trágico y la gente como vos, que dan aún más vergüenza. La gente como vos, que vive encerrada en un departamentucho y trabaja las 24 horas del día para nada… para un par de papeles que no tienen ningún valor, que te da el gobierno para engañarte, para hacerte creer que tenes mucho cuando en realidad no es así. Tu paso por el mundo es como el de una estrella que vive oculta entre las nubes, mientras que el mío, el de una estrella fugaz a la que miles de niñitos piden deseos y adoran… será fugaz pero tiene mayor peso. Vas a morir consumido en una realidad esclavizante, tu cadáver se va a pudrir y va a ser comido por los gusanos en el parqué de tu falso hogar hasta que el portero sienta el olor a podrido y te saque de ahí. Tu sepulcro va a tener todos los vidrios rotos por piedrecillas que actuaron como proyectiles de adolescentes traviesos. Ninguna leyenda tendrá tu nombre, ninguna calle, ninguna isla. Vos andá a comer milanesas con papas fritas mientras yo consigo la gloria. Estoy harto de las milanesas y las papas fritas, son típicas de las personas que nunca pedirían comida con salmón y salsas raras en un restaurante por miedo a probar cosas nuevas. Prefiero morirme irónicamente, casi eligiendo el momento y el lugar. Porque aún después de la muerte me van a seguir reconociendo como aquel pasajero misterioso que quería otra cosa.
Justo cuando Rómulo había terminado su discurso, llegaron los botes de rescate. Los dos enemigos amigos viajaron cruzados de brazos viendo el horizonte, sin intercambiar palabra.
Al otro día, una noticia salió en cada diario, en cada canal televisivo, en cada emisora radiofónica. Un pasajero rescatado del yate Paraíso había tomado la repentina decisión de arrojarse del bote de rescate sin previo aviso. Los abuelos comentaban que era un lunático y los psicólogos analizaban su situación mental. Al otro día, todo el mundo tiraba los periódicos a la basura. Era noticia vieja. Nadie fue a visitar su sepulcro, sólo se veía, de vez en cuando, a un hombre solitario con boina de abuelito y ojos cansados, llamaba mucho la atención, pues llevaba miles de ramos de flores que dejaba encima de la lápida. Reservaba uno de jazmines para el final de su murmullo que decía las siguientes mentiras:
“Hoy note que había una fila para llegar hasta tu sitio de descanso eterno. Tal vez hayas logrado tu cometido. Desde que te fuiste ceno toda las noches salmón y preparo salsas extravagantes. Busqué otro trabajo, invertí dinero en mí y estoy planeando mi gran final. Nos veremos pronto. Espero que no te parezca miserable mi pequeño ramito de jazmines después de todos estos que gentilmente te regalaron tus admiradores.”
 
template by suckmylolly.com