lunes, 26 de marzo de 2012
Ruptura
Qué ironía...
lunes, 19 de marzo de 2012
domingo, 11 de marzo de 2012
I remember I wanted to write you a letter. It was your birthday and we had been dating for only two months. I scratched the first page of that Nietzsche book with my pen trying to make my thoughts clear. I wasn’t so into you those days, so I’d better be careful or you might get the wrong idea. The introduction said I believed you were a magnanimous person and I felt heavenly great by your side. I can’t recall the exact words, unluckily, but I do remember I wrote something like this: ‘I hope you’re happy… wether with me or with other person, it doesn’t matter. You deserve to be happy anyway.’ When I finished the phrase I noticed I was close to tears. I didn’t want you to be happy with someone else; it was me who wanted to be your companion, to cherish every kiss, to be the one you wanted to share your life with. That was the day I realized I had fell head over heels for you. It’s been a long time since that day; we’ve been through so much together and now we are taking the daunting challenge of life by ourselves. My heart doesn’t skip a beat every time I think about you anymore, my soul doesn’t belong to yours since we’ve parted, but I remember that feeling right between my throat and my mouth and at least I can say that was real. It’s all I have.
sábado, 10 de marzo de 2012
ANSIAAS
jueves, 8 de marzo de 2012
De la lechuza a la carencia de filito
Esto va a dedicado a todos los que se quejan de la lechuza que se encuentra actualmente en el margen superior izquierdo del blog y tira corazones (y para quien quiera leerlo metafóricamente). Debido a que soy aficionada a inventar excusas anecdóticas para justificar detalles de cualquier índole de mi vida, paso a explicar el motivo (inventado - chamuyado sería más preciso si el lector se encontrara más familiarizado con dicho término) por el cual decidí poner la lechuza ahí. Hay dos teorías (previamente debo decir que uno de los pasatiempos que predomina entre parte de mi grupo de amigas es inventar un conjunto de teorías absurdas para hechos irrelevantes, justo como lo que acontece en esta entrada) que puedo postular para explicar lo mencionado anteriormente. La primera puede ser considerada empíricamente más cercana a la verdad, sin embargo, con ella se terminaría la discusión. Es la siguiente:
1. Puse la lechuza ahí porque se me canto la gana. Y además porque soy muy cursi y adicta al color rosa chicle y a los widgets infantiles para blogger (aunque no quiera admitirlo)
La segunda hipótesis resulta mucho más atractiva. A partir de ella iré derivando el tema por caminos hasta el momento insospechados:
2. La lechuza es considerada por los griegos como símbolo de la sabiduría, ya que representa a la diosa Atenea - entre nos. la fan Nº 1 de Ulises. Dado que mi nombre proviene del griego Σoφíα (esos arabescos en cristiano se pronunciarían “Sophia”), que es traducido al español como “sabiduría”, podemos establecer una relación entre mi nombre y la lechuza tan acosada por la insaciable crítica.
Mi análisis no termina acá. Etimológicamente hablando, filosofía es una palabra que contiene dos: philos y sophia (en griego: φιλο y σοφία). Así como el griego σοφία se traduce al español como “sabiduría”, el griego φιλο (philos) se traduce como “amor”. Es decir, la filosofía es el amor a la sabiduría. La filosofía es el amor… ¡A mi!
Yéndonos a un extremo completamente opuesto al tono intelectualoide que venía adoptando hasta el momento, el lunfardo popular de algunas provincias acostumbra llamar “filito” a una persona con quien mantenemos una relación, en general sin compromiso, de índole amorosa. Es un sinónimo de “chongo”, un poco más moderado. Por lo tanto, filito (del griego philito) sería amorcito.
Y la pregunta final: ¿Cuál es la situación actual? En este momento soy Sofía, solo Sofía, sin filos. Casual-o más bien causal-mente, soy sabia, por eso me mantengo lejos de los filos. Si el lector tiene conocimientos previos en relación a mi vida podrá entender a qué me refiero con esto de la filosofía y por qué este análisis tan meticuloso de cada término griego que compone la palabra. Irónicamente, la lechuza (sabia) tira corazones (amor), lo cual contradice un poco la postura presentada en esta entrada. La cuestión principal es divertirse mirando la realidad desde una perspectiva etimológica y, si nos descuidamos, pragmática.