Una vez más corre, huye hacia otra ficción. Porque no quiere recordar su propia ficción. Casi su vida entera impregnada de impresiones falsas, de sensaciones ensayadas. Sí, era un perfecto acto pero ahora caía el telón. Y ella quisiera ser un Cronopio para burlarse de las esperanzas, y no que las esperanzas se burlen de ella. Al menos tenía un consuelo: ahora estaba expuesta a lo real.
Estas cosas y el tiempo
Hace 6 años
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